De profesión educador(a) social es un libro escrito en tres partes
correspondiéndose un autor por cada parte. Surge como un estudio del mundo que
rodea al educador social, aunque era imposible abarcar todos los aspectos,
Merçe Romans con la colaboración de Jaume Trilla y Antoni Petrus intentaron, en
palabras de Romans, poder
situar y entender mejor la profesión de educador y educadora social.
La primera parte presentada por Jaume Trilla presenta
definiciones amplias de lo referente a estas prácticas sociales. Sostiene que
la pedagogía social es una de las ciencias de la educación y tiene por objeto
la educación social. Trilla distingue tres acepciones básicas en cuanto a
pedagogía social se refiere; la primera parte recae en una demarcación
psicológica, manteniendo que suele ocuparse de aquellas acciones dirigidas a la
sociabilidad admitiendo que este objeto no es exclusivo suyo. Una segundad
parte atañe a una demarcación sociológica, argumentando que en esta acepción la
pedagogía se ocupa del campo de la inadaptación,
marginación, conflicto social, sujetos o grupos en situación de riesgo. Y
en la tercera y última manifiesta que su campo de actuación es el no formal
pero que éste no se encuentra solamente estudiado y tratado por la pedagogía.
Sobre la base de estas tres acepciones se forman otras más completas, por la
intersección de las tres, por la suma de las tres zonas o por la intersección
de un par de ellas. Esta última acepción es la que él llama F y parece ser la más precisa de todas
por responder mejor al uso verdadero del concepto que tratamos.
Explicada la ciencia de la que se alimenta la educación
social, Trilla puntualiza cuales son los campos de actuación de nuestra
diplomatura. Son la educación
especializada (EE), la educación
de personas adultas (EPA) y
laanimación socio-cultural (ASC) sus
tres principales puntos de trabajo pero que, a su vez, son los tres conceptos
clave para definir, en palabras de Trilla, la educación social. La EE se ocupa
de individuos en situación de inadaptación social, por su parte la EPA, como su
nombre ya indica, se centra en la educación de las personas adultas y la ASC
comprende la dinamización de todas aquellas personas jóvenes, adultas o viejas
en situación de riesgo o no. Antiguamente estas tres parcelas formaban cada una
su propia familia, eran muchos los puestos de trabajo donde convivían pero es
que además se complementan la una con la otra y todas juntas formaron la
educación social. Lo que las unía fundamentalmente era su dedicación común al
campo educativo, les concernía a todas atañerse con la sociedad partiendo de relaciones concretas. Entre
ellas tres hubo tiempos de
riña, como bien dice el autor, suplantaban lo que la escuela y los
profesores no habían sabido ofrecer a la sociedad. Pero la escuela percibió a
tiempo esa falta de animación y diversión, empezó entonces a promover nuevos
sistemas educativos que debilitaron fuertemente el papel de estas tres familias
pedagógicas y fue entonces cuando decidieron colaborar juntas formando una rama
pedagógica más consistente.
Por otra parte, el método de trabajo que lleva a cabo hoy
día el campo educativo-social consiste en: la idealización del
sujeto tratado resaltando sus virtudes y sus diferencias para justificar de
alguna manera la situación que le toca vivir. Pero en verdad de lo que se trata
es de no darle tanta importancia a la diferencia, únicamente utilizarla de
justificación.
Petrus en su parte despliega un conjunto de problemas
emergentes, estructurado cada uno de ellos por temas, en la sociedad de hoy.
Aboga por una definición de sociedad que implica la relación de una comunidad o
de unconjunto de individuos
regidos por una autoridad. Aquellos que forman una sociedad tienen la misma
historia, parecidas experiencias y posibilidades de futuro semejantes. La
educación es una función de toda la sociedad porque no sólo se educa en la
escuela sino en el medio donde se desarrolla la vida del ciudadano. La
educación social, por su parte, debe cumplir la función educativa en aquellas
personas inadaptadas, con minusvalía, además de la educación no formal, de
adultos y en la acción socioeducativa. Debe satisfacer las necesidades actuales
del ciudadano y debe adaptarse al dinamismo de la sociedad presente. Petrus
realiza una visión temática amplia, ejemplifica-dora y especifica de la
sociedad moderna con el siguiente resultado:
·
La sociedad no es
global ni tiene un pensamiento único.
·
La familia
tradicional es sustituida poco a poco por la monoparental.
·
El bienestar
dejará de ser género humano para convertirse en género urbano. La vida transcurrirá principalmente en
la ciudad llevando consigo un conflicto
de culturas.
·
La política social
está en una fase de declive pues la sociedad, sobre todo juvenil, no participa.
·
Existe una abismal
desigualdad entre la acumulación de riqueza en el “Norte” y la excesiva precariedad y pobreza
del “Sur”.
·
Apoyándose en la
trilogía de M. Castells, propone una pluralidad de identidades dentro de una
misma sociedad.
o Identidad legitimadora: dada por las instituciones
dominantes.
o Identidad de resistencia: la identidad de origen se considera
devaluada por la legitimadora.
o Identidad de proyecto: la de resistencia y la legitimadora
juntas dan lugar a una nueva identidad.
·
La tercera edad
está relacionada con estereotipos negativos de degradación, incapacidad o
inutilidad que a menudo desvirtúan esta última etapa de la vida humana. Nos
facilita tres concepciones dentro de la definición de vejez coincidiendo todas
ellas en la categoría social
de “personas mayores” y además aprovecha para
reivindicar la necesidad de cambiar los términos referentes a estas personas.
Por "modelling” se
trata a la tercera edad con cierta marginación, pasividad y es frecuente su
marginación. Como afirma Petras, las personas mayores deben socializarse,
deben envejecer con una actitud positiva y sentirse uno más de la sociedad.
·
El deporte es un
fenómeno multicultural, universal y atractivo a todas las sociedades. La
competitividad es un concepto que enturbia la definición del deporte, ya se
encargará la sociedad de transmitirlo. Es
necesario, según Petrus, que se recupere la derrota como elemento positivo y no
al contrario.
·
Para la educación
social la teorización más apropiada de violencia es la de Bandura (1997); la
violencia se aprende por imitación. Es observable en todos los espacios y
tiempos, allá donde vayas siempre te acompaña. Mucha de ella es visible en
televisión aunque no es la fuente principal, su raíz es la misma sociedad. El
problema de la violencia dejará de tener tanta importancia y atractivo cuando
sea tratada con naturalidad por todos los ciudadanos.
Petrus dedica un apartado a la escuela como principal
fuente educadora; es el espacio por excelencia donde un individuo se forma
aunque tan importantes o más lo son otros espacios donde el joven desarrolla su
vida. El fracaso escolar experimentado actualmente por muchos niños lo
justifica con la falta de motivación y atractivo de la escuela, añadiendo
también que muchos de estos casos los solucionan separando al niño y
excluyéndolo del resto de compañeros. Para este autor uno de los mayores retos
de la educación consiste en hacer surgir una sociedad conocedora de sus
derechos y denunciante ante las injusticias.
Merçe Romans comienza su argumentación con un listado
detallado de las funciones del educador dependiendo del tipo de institución en
la que trabaje y de las normas interiores allí asumidas. Realiza además una
enumeración de sus capacidades, competencias, actitudes, conocimientos y usos
técnicos educativos. Analiza los factores del cambio social emergentes en la
sociedad y cómo estos han cambiado el modo tradicional del puesto de trabajo.
Merçe apuesta por una educación permanente en todo el sector laboral debido a
todos esos factores citados a partir de la pág. 189.
El sistema tradicional ha sido sustituido en nuestros
días por la sociedad del
saber. El puesto rutinario es
ocupado ahora por un grupo de personas con un conjunto de puestos formando así
una organización; una organización profesional, con rapidez de respuesta, con
adaptación a los cambios y con una renovación y acumulación constante de nuevos
“saberes”. Las capacidades mentales están a la orden del día para satisfacerse
y satisfacer una
sociedad de servicios. Los empleados deben tener una formación continua
para ofrecer calidad y prevenir los errores; se
trata de trabajar con los menos errores posibles, ya que éstos son fuente de
insatisfacción para los trabajadores y los usuarios y representan un coste
adicional del servicio (Romans,
2000) . En cuanto al tema de la necesaria
formación continua, añade que es precisa tanto para el campo laboral como para
evitar la exclusión social. Considera importante citar la lista de las cuatro
”T” de C.LLano: transformación, transferencia, tolerancia y término. Estas
nociones vienen a recordar el compromiso que las empresas tienen con la
sociedad ante un posible despido o desenlace indebido.
Acaba el libro con la aportación de la educación
permanente en los educadores sociales. Su formación debe ser, como ya sabemos,
continua y es posible acceder a ella a través de las ofertas de las
organizaciones e instituciones o fuera de ellas. En primer lugar, el educador,
según Romans, debería buscar, consultar y analizar tanto los contenidos de la
formación como la compatibilidad con su trabajo. Puede darse el caso de que sea
de asistencia obligatoria para todos los empleados, sería una recomendación
para especializar al trabajador o una oferta brindada a actualizar métodos y
estrategias. En cualquiera de los anteriores casos el educador debe aprovechar
todo el tiempo y optimizar esa actividad. Es frecuente el deseo de los
educadores en querer hacer las cosas bien y a formular una serie de “quiero...”
justificándose con otra serie de ”porque...” estándares. Romans dice que esas
ganas y ese “querer cambiar el mundo” deben estar presentes en toda tarea
educativa y a lo largo de la vida laboral para no nublar el trabajo con
conductas no deseables. Como refuerzo a esta idea, plantea una serie de
actividades y actitudes mejorables en los educadores. En ese sentido, advierte
la necesidad de mostrar una actitud abierta y participativa dada la
multivariedad de personas con las que se trata y la reciente necesidad de
trabajar en grupos.
IDEAS PRINCIPALES:
·
La mentalidad educativo-social se nutre mucho del pensamiento
progresista e igualitario de la modernidad. La familia es, pues, igualitarista
porque suele trabajar con los más desiguales. Trilla entiende la familia como la formada por la educación
social, dice que es voluntarista
y bastante politizada.
·
Trilla nombra dos
acepciones imprecisas en cuanto a pedagogía social se refieren; por una parte
la acepción G, presencia de uno cualquiera de los
tres atributos y proximidad relativa a los otros dos, y por otra la acepción H que sería la proximidad relativa a la inserción
entre las tres parce-las que definen los atributos correspondientes, aunque no
formen parte de ninguna de ellas.
·
La educación social se abre a espacios que hasta la década de los
noventa no eran concebidos como propios de una intervención socioeducativa. Esta idea de Petrus revela la tardía percepción
de todo lo referente a la sociedad en el campo de la educación; quizá sea una
de las causas por las que existen pocos recursos y atenciones a nuestro trabajo
educativo.
·
Según Petrus sería
oportuno tratar el proceso de envejecimiento como contenido escolar para mejorar las relaciones
intergeneracionales y facilitar la comprensión de cómo son los ancianos.
·
El educador social
debería prepararse para desempeñar las competencias relacionadas con: el saber
(conocimiento); el saber hacer (aptitudes) y el saber relacionarse (actitudes y
habilidades sociales).
·
Los factores del
cambio social a los que ha aludido en el capítulo de Romans son:
El fenómeno demográfico: desequilibrio entre la población
activa y los jubilados.
Nuevas tecnologías en la sociedad del
conocimiento y la información: reducir las distancias entre aquellos “informatizados”
y los que no pueden acceder a ello.
Cambios en el mundo laboral: reciente competitividad en los
puestos de trabajo flexibles y fuerte entrada de las nuevas tecnologías.
Crisis de modelos de vida y relacionarse: creciente pluralidad de personas
autónomas e independientes debiendo proteger y respetar las vivencias de cada
uno.
Deterioro del medio ambiente: los residuos de la industrialización
ponen en peligro la calidad de vida de las personas y su alimentación.
Derecho universal a la educación: todos pueden acceder a la educación,
no sólo los niños sino los adultos, los empleados de una organización y los
ancianos.
·
Otra idea a
destacar de Romans dentro del anterior apartado aunque tratada de diferentes
modos pero a lo largo de todo el libro, es que la escuela ha dejado de ser el
único lugar de preparación para la vida activa.
CONTRASTE CON OTRAS FUENTES:
Existen muchas concepciones en cuanto al concepto y
objeto de pedagogía social, José Antonio Caride en el libro la educación en tiempos de
incertidumbre: las apuestas de la pedagogía social (2002) realiza un análisis de las
diferentes definiciones que se vienen proyectando en los últimos tiempos.
Autores como Natorp, Baümer, Sáez o la UNED tiene cabida en ese libro. Cada una
de las definiciones aportadas es tan respetable como las demás, ni una es mejor
ni otra es peor, simplemente distintas, así, lo entiende también Fermoso al
afirmar que muchas han sido y
serán las formas de entender la pedagogía social justificándose en el hecho de que son
numerosas las aplicaciones o ámbitos de su acción. Con esto quiero contrastar
la definición que nos da Jaume Trilla sobre pedagogía/educación social (2000:
37) con la dada por Ortega (1999), su objeto sería,
en general, la dinamización de las condiciones educativas de la cultura y de la
vida social y lo educativo del trabajo social (citado por Caride, 2002: 100).
El libro trata en todas y cada una de sus partes la
educación permanente pero no incluye en ninguna de ellas las cinco modalidades
que la caracterizan. Éstas son: educación formal, no formal, informal,
animación socio-cultural y desarrollo comunitario. En el libro se citan sólo
las tres primeras con especial hincapié en la educación no formal por ser la
propia de la pedagogía y por tanto también de la educación social. La animación
socio-cultural aparece con otros fines y no como modalidad de educación
permanente. La UNESCO aporta en su definición los espacios educativos para los niños, los jóvenes y los
adultos de estas cinco
modalidades sin especificación de cada una de ellas.
VALORACIÓN PERSONAL:
Considero el libro una buena herramienta para la
formación de presentes y futuros educadores sociales. La parte más fácil de
leer y entender, a mi parecer, es la de Petrus ya sea porque trata temas
corrientes y no ofrece definiciones conceptuales para entender lo concerniente
a la pedagogía y a la educación social como lo hace Trilla. Merçe aporta al
libro la parte práctica para la formación del educador y la considero desde
este aspecto la más interesante pues una
onza de práctica vale por una tonelada de teoría. Sin embargo, el haber
detallado tan minuciosamente sus funciones, deberes, prioridades, etc. hace que
sea un capítulo arduo y difícil de seguir por sus frecuentes divisiones y
subdivisiones. Pero en todo caso sólo quien
hace puede equivocarse; quien no hace ya está equivocado (Daniel Kon).
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