ATENCIÓN TEMPRANA
Partimos de que en la
actual concepción de la Atención Temprana (AT), ya no es el niño con trastorno
y sus primeros hitos evolutivos el único objetivo de sus actuaciones. Las
actuaciones van mucho más allá. Las intervenciones y las miradas se dirigen
también hacia la familia, con el fin de conseguir que ese niño se convierta en
una persona adulta, que se acepte a sí misma tal y como es, que sea feliz, que
se sienta segura, que consiga desarrollar todo su potencial hasta el máximo de
sus capacidades y que, por consiguiente, logre la mayor independencia posible (Manual
de Buena Práctica en Atención Temprana, FEAPS, Madrid, 2000).
“Se entiende por Atención Temprana el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al
entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las
necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos
en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos. Estas intervenciones,
que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un
equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar” (Libro Blanco de la Atención Temprana ,
2000).
Aunque esta es la
definición actualmente aceptada por los profesionales de la Atención Temprana
(AT) en general, no siempre ha existido un consenso en cuanto a la misma a lo
largo de los años. El término AT ha sustituido al de “estimulación precoz” (San
Salvador, 1998), cuya finalidad era el tratamiento de los niños que tenían
alguna deficiencia física, psíquica o sensorial, y que aparecía en los inicios
de la vida, por lo que ese término estaba relacionado estrechamente con el de
discapacidad. La mayoría de los tratamientos se basaban en métodos conductuales
estructurados para enseñar a los niños nuevas habilidades. Hoy en día es
innegable la influencia sobre los niños de numerosas variables como el estado
emocional de la familia, los apoyos sociales, etc, variables que han hecho que
haya variado el concepto de AT hasta el que es utilizado actualmente (Robles-Bello
& Sánchez-Teruel, 2011).
DESARROLLO
La Atención Temprana (AT)
es una técnica terapéutica con carácter preventivo y asistencial cuyo objetivo
es lograr el máximo desarrollo potencial de los niños, utilizando para ello
programas sistematizados y secuenciales. Se dirige a niños en la primera
infancia que presenten o puedan presentar alteraciones en su desarrollo
evolutivo (Diagnóstico interdisciplinar en Atención Temprana. Revista de
Neurología).
En un principio los
programas de Atención Temprana (AT) fueron dirigidos a niños que crecían en
condiciones de pobreza, con el objetivo de modificar el curso del desarrollo
infantil en los primeros años, a fin de preparar mejor para la escuela a
quienes se encontraban en situación de riesgo por vivir en ambientes sociales
desfavorecidos. Esta preocupación se extendió luego a los niños deficientes y a
los niños con problemas de desarrollo.
Así, en la actualidad,
los programas de Atención Temprana (AT) no sólo van dirigidos a los niños que
padecen algún déficit físico, psíquico o sensorial, sino también a aquellos
otros que, por diversas circunstancias, pueden presentar problemas madurativos
o de adaptación, distinguiendo así dos claros grupos que Gallego (1995)
clasifica como:
·
Niños de "alto riesgo" ambiental
cuyos programas estarán destinados a prevenir posibles retrasos en el
desarrollo de quienes están sometidos a influencias desfavorables de los
sectores deprimidos socioculturamente.
·
Estos programas son aconsejables también como
preventivos ante la sospecha de niños con dificultades para desarrollarse con
normalidad o de encontramos ante niños y niñas considerados como de alto
riesgo: niños con anomalías genéticas o cromosómicas, con alteraciones durante
el periodo de gestación, prematuros o nacidos postérmino, etc.
·
Niños con alteraciones biológicas probables o
establecidas:
·
Niños y niñas con alteraciones físicas: parálisis
cerebral, espina bífida, miopatías.
·
Niños y niñas con alteraciones sensoriales: amblíopes-ciegos;
hipoacúsicos-sordos.
·
Niños y niñas con alteraciones psíquicas:
deficiencia mental, autismo, psicosis.
Por tanto, todos los
programas de Atención Temprana (AT) debe
contemplar las siguientes áreas recogidas en la LOGSE para Educación Infantil
(1990, cap.1, arto 9, 2-3):
-
El desarrollo del movimiento.
-
El control corporal.
-
Las primeras manifestaciones de la
comunicación y del lenguaje, aprendiendo a hacer uso del mismo.
-
Las pautas elementales de convivencia y
relación social.
-
El descubrimiento del entorno inmediato y de
las características físicas y sociales del Inundo en que vive.
-
Elabore una imagen de si mismo positiva y
equilibrada.
-
Adquiera hábitos básicos de comportamiento que
le permitan una elemental autonomía personal.
OBJETIVOS DE LA ATENCIÓN TEMPRANA
-
Estimular el desarrollo de todas las
capacidades, y especialmente las lingüísticas, que a su vez condicionan las
cognitivas y sociales, pues es principalmente a través del lenguaje como el
niño interacciona con las personas y con el mundo que le rodea, y a partir de
su adquisición será como pueda desarrollar la lectura y la escritura
posteriormente y sin problemas.
-
Conseguir un nivel socio-comunicativo
aceptable mediante una rica transacción con su medio, mediante la integración
de experiencias reales, que garanticen su generalización.
Así se potenciarán y
organizarán las actividades e interacciones del niño, ofreciéndole un ambiente
correctamente estimulado para contribuir a un desarrollo equilibrado de todas
sus potencialidades.
-
Especial atención a aquellos casos en los que
haya que compensar carencias y desajustes de origen socioeconómico, étnico y
cultural.
-
Apoyar y colaborar con la familia,
proporcionándole ayuda psicológica, estrategias pedagógicas y contactos con
grupos de apoyo.
-
Lograr cada vez un mayor grado de autonomía en
el niño para ser más adaptado y depender cada vez más de sí mismo y menos del
educador.
-
Preparar al niño para inicial las enseñanzas
en las mejores condiciones funcionales, a partir de aprendizajes significativos.
Señalar que la Atención
Temprana (AT) debe prestar especial importancia a la interacción padres-hijos,
proporcionado pautas de comportamiento adecuadas y evitando la
sobreestimulación, que no proporciona efectos beneficiosos adicionales. Lejos
de eso, la súperestimulación que los padres de niños con dificultades de
aprendizaje ejercen sobre sus hijos suele ser movida por el afán de los
primeros de controlar, pasando por alto uno de los principales mecanismos
autorreguladores del bebé, como es apartar la mirada para adaptarse al nivel de
estimulación. Se debe dar siempre un ajuste mutuo entre el comportamiento de la
madre o del padre, la expectativa de cuál ha de ser según éstos el comportamiento
de su hijo, y cuál es realmente el comportamiento de éste.
Debemos destacar que
existe una creciente población infantil de riesgo, más allá de los niños con patologías y síndromes
evidenciables en el periodo prenatal.
Las diferentes formas de
nacer, los diversos modelos de convivencia familiar, el estrés, los elementos contaminantes, las
enfermedades infectocontagiosas, la
inmigración, e incluso los avances de la Ginecología, la Neonatología y
la Pediatría, que posibilitan la vida de
niños inviables en un pasado no muy lejano, son factores que configuran un panorama en el que es necesario
contar con unos dispositivos preventivos
y asistenciales de Atención Temprana (AT) que ofrezcan las mejores posibilidades de desarrollo de estos niños y
de sus familias.
Podemos concluir
destacando la importancia de las actuaciones preventivas sobre la población de alto riesgo, para lo
que se deben elaborar y aplicar programas
de seguimiento, programas de análisis y puesta en común con otros
servicios en actuaciones preventivas, y
acciones comunitarias de tipo informativo y/o formativo. La sensibilidad institucional ante estas
iniciativas, la investigación y la formación
especializada deben permitir a nuestra sociedad avanzar de manera eficaz
en la lucha por la calidad de vida de
los niños que por sus factores de riesgo o problemáticas precisan de una Atención Temprana (AT).
No hay comentarios:
Publicar un comentario