jueves, 12 de diciembre de 2013

EDUCACCION

Al considerar que la finalidad de la educación es lograr el desarrollo integral de las personas, estamos afirmando que nuestra concepción del proceso educativo trasciende de la mera adquisición de conocimientos y pretendemos que cada persona consiga, el desarrollo de sí mismo, no solo culturalmente sino también atendiendo a su equilibrio emocional y social, un desarrollo que implica, por parte de todos, un ejercicio de autocrítica sincera.


La acción de educar no se ejerce sólo en relación con el grupo de educadores, ni tiene lugar exclusivamente dentro del centro educativo. La personalización de los procesos de enseñanza y aprendizaje, la atención individualizada a las necesidades educativas de cada persona, la preocupación por las circunstancias particulares, el apoyo y orientación ante la toma de decisiones sobre el futuro, la conexión con la familia y con el entorno productivo y cultural, y, en general, el trato particular que se establece entre educador y el alumno contribuyen sobremanera a que las experiencias escolares y extraescolares puedan ser integradas progresivamente, convirtiéndose en elementos de referencia de proyectos de vida cada vez más autónomos.